El cacao crudo es un de los alimentos de sabor más complejo. Tiene notas terrosas, amargas y fragantes, pero a diferencia del chocolate, no se funde si no es molido y reducido a una pasta.
El fruto del cacao es una baya con grandes semillas incrustadas en una pulpa blanca. Y las pepitas del cacao son fragmentos del esas semillas. Las pepitas, de textura crujiente, se pueden usar enteras, troceadas o molidas.
Los olmecas usaban el cacao en el sur de México en el año 1500 a.C. Éstos se lo vendieron a los mayas que empezaron a darle un uso culinario y cuando los españoles llegaron a Yucatán, comprendieron el valor del cacao y empezaron a endulzarlo con caña de azúcar. El primer cargamento de cacao documentado llegó a España en el año 1585.
El cacao es originario de América Central y del Sur. Actualmente se cultiva en Ecuador, Brasil, Perú, Colombia, México y República Dominicana.
Se utiliza como estimulante en la medicina tradicional y se le atribuyen propiedades cardioprotectoras.
Es ideal para el boniato, la calabaza, carne y quesos. Puedes mezclarlo con otras especias como la pimienta negra, sésamo, comino, vainilla, cilantro, guindilla, laurel, jengibre, regaliz, canela, pimienta de Jamaica y pimentón dulce.