1. Mezcla muy bien todos los ingredientes anteriores en un bol hasta formar una masa uniformes.
2. Amasa muy bien hasta formar una bola y déjala reposar durante 1 hora en un recipiente cubierto con un paño húmedo.
3. Pasada la hora, veremos que la bola ha doblado su volumen y podremos estirarla. En una superficie lisa (la encimera de la cocina te vale) pon un poquito de harina y encima la masa y comienza a estirarla con un rodillo. Si no tienes rodillo puedes hacerlo con las manos pero te quedará un poco más gruesa.
4. Pasa la masa a un papel de horno y cúbrela con tus ingredientes favoritos. Yo he usado salsa de tomate casera, queso mozzarella, queso de cabra, champiñones y tomate seco.
5. Hornea la pizza durante 15 minutos o hasta que veas que el queso mozzarella se va tostando.
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