El jengibre es muy picante, con un sabor cítrico y amaderado. Seco tiene un aroma más potente y fragante que fresco.
Se utiliza con frecuencia en repostería y en mezclas de especias. El jengibre fresco se usa muchísimo en la cocina asiática.
El jengibre es originario de Asia tropical. Hoy se cultiva sobretodo en la costa de Malabar (que produce el 50% de toda la producción mundial), y en toda el Asia tropical y subtropical.
El jengibre fue una de las primeras especias asiáticas que llegaron a Eruopa hacia el siglo IV a.C. Los griegos lo prescribían para tratar dolencias estomacales, y los romanos para hacer salsas. En el siglo IX, el jengibre seco se había convertido en uno de los condimentos habituales en Europa. En la Edad Media, se usaba tanto en platos dulces como salados.
Se utiliza en perfumería y cosméticos. En la medicina tradicional contra la indigestión y las naúseas.
Guindillas, pimienta negra, canela, nuez moscda, cacao, hierba limón, cilantro, laurel y cardamomo. Va muy bien con calabaza, mango, pera, cerdo, pescado y en repostería.